La tecnología es, sin duda, un elemento que juega un papel clave como acelerador del negocio en nuestras empresas.
Lo vemos en muchas compañías en áreas como la generación de ingresos incrementales, en la que la tecnología permite aportar una mejor relación con clientes, mediante el uso de herramientas de CRM o de lo que en muchos casos identificamos como relación 360º con nuestros clientes.
Tal como afirma Carlos Grau, CEO y Fundador de Grau Innovation Consulting: “En estos últimos dos años participando en el consejo asesor de Salesforce he podido observar cómo multitud de compañías han incrementado más de un 20% sus ingresos gracias al despliegue efectivo de herramientas de CRM. Y no se trata simplemente de una mejor gestión de las oportunidades de ventas, sino de una mejor gestión de la información global y de alguna forma la “inteligencia” que nos dan las herramientas multicanal, gracias a la posibilidad de cruzar y monitorizar adecuadamente todas nuestras interacciones con nuestros clientes, facilitando una experiencia y una relación consistente y más satisfactoria”.
El comercio electrónico ha supuesto para muchas marcas un canal vital para conseguir conocer mejor a los clientes, además de una fuente de ingresos incrementales.
En qué áreas de nuestra empresa puede ayudarnos a mejorar la tecnología
Más allá de los ingresos incrementales, la tecnología juega un papel fundamental en la productividad de las organizaciones. Las herramientas colaborativas, como son Office 365, Slack o Google Apps, nos permiten comunicar, compartir y colaborar entre los equipos de forma ubicua y eficiente, compartiendo conocimiento, tomando decisiones, y trabajando en equipo sobre contenidos, generando ventajas competitivas en nuestras organizaciones y permitiendo nuevas formas de trabajo flexibles y más eficaces.
También las plataformas colaborativas nos permiten, en áreas como la investigación y la innovación, colaborar y compartir con terceros retos, proyectos, pruebas de concepto y desarrollo de nuevos productos, de una forma mucho más ágil, permitiéndonos reducir costes de I+D+i.
Cómo podemos saber qué tecnología necesita cada empresa
Cada compañía necesita su propia hoja de ruta en digitalización y en su plan de sistemas. Cada una debe priorizar sus retos de negocio y priorizar la selección de las mejores herramientas que maximicen el impacto y generen ventajas competitivas.
Algunas empresas necesitan priorizar la plataforma de base de gestión económica financiera, lo que en muchos casos denominamos el ERP, para poder contar con una gestión y datos en tiempo real de lo que está sucediendo en todas las áreas de la empresa. Otros deben priorizar la relación con clientes y/o con proveedores y algunos las plataformas logísticas o de las de otros canales.
No existe una única hoja de ruta o plan de sistemas ideal y siempre debemos aplicar una personalización y adaptación de cómo los sistemas de información pueden ayudarnos en función del tipo de negocio y grado de madurez tecnológico de las herramientas desplegadas en cada momento.
Cómo ayudamos desde GIC a las empresas a través de la tecnología
Nuestros consejeros independientes poseen una dilatada experiencia en el sector tecnológico y saben cómo acompañar adecuadamente las decisiones clave en el área de tecnología y sistemas de las organizaciones.
Cada día resulta más relevante contar con los datos y con la inteligencia artificial como instrumento de ayuda y de mejora, tanto en la toma de decisiones como a nivel de productividad, elevando nuestras capacidades y reduciendo las labores secuenciales repetitivas que hacíamos en el pasado.
Las herramientas y plataformas y sus funcionalidades y coste son relevantes, pero en el mundo del software más del 50% del valor de una solución está asociado a la capacidad de evolución y mejora continua, más allá de las funcionalidades que tenga en un momento determinado. Y en una empresa, tan importante como la herramienta que despleguemos, es la formación y acompañamiento, así como el conocimiento sectorial que tenga el integrador o proveedor de servicios que nos ayude en el despliegue. Estos son aspectos clave a cuidar y tutelar en los planes de sistemas que juegan un papel muy relevante para sacar el máximo provecho de las nuevas herramientas.
No podemos olvidar que las nuevas tecnologías conllevan oportunidades para revisar, mejorar y optimizar nuestros procesos. Realizar de forma adecuada la gestión del cambio es vital para el éxito en los proyectos tecnológicos y para que la organización saque el máximo provecho de la capacidad de “aceleración” que nos ofrecen las nuevas herramientas.
